En el corazón de una región con una identidad muy marcada, rural y poblada de muchos gitanos, las ruinas del castillo de Spis, cuya estructura blanca se percibe desde kilómetros a la redonda, aparece entronizando de forma majestuosa el paisaje salvaje de las montañas boscosas de los alrededores. El castillo es el testimonio de la presencia de numerosos alemanes o caballeros teutónicos enviados a la región para "colonizar" estas tierras deshabitadas durante el siglo XIII.
Arruinado debido a las sucesivas destrucciones, el castillo ofrece varias exposiciones que trazan su historia. Así que un recorrido por la región de los alrededores (muy poco conocida y abandonada por los turistas en mi opinión) es la ocasión ideal para visitarlo durante un viaje por Eslovaquia.