Monte representado en las monedas eslovacas de 1 Euro, el Krivan forma parte totalmente del folclore y la cultura eslovaca. Considerado durante mucho tiempo como la cima más elevada del país, el monte que se eleva a 2.495 metros permite un ascenso accesible a los senderistas aficionados, si bien hay algunas dificultades en los metros finales.
Tuve la oportunidad de escalar el monte Krivan, y guardo en mi memoria unos paisajes excepcionales de la cumbre. La cordillara de los Tatras es especialmente estrecha y abrupta, en lo alto pude tener unas vistas espectaculares de las cumbres vecinas y los valles que rodean esta elevada cordillera montañosa. El paisaje rocoso y árido que rodea la cumbre es el hogar también de una fauna y una flora especialmente ricas (incluyendo a osos), y ofrece bonitas oportunidades para practicar esquí en invierno. Una esperiencia eslovaca imprescindible.