A pesar de su aire tranquilo, Orihuela es un destino turístico interesante, durante una estancia en España. Al llegar a la ciudad después de Murcia, la calma reinante me sorprendió. Casi arrepentí de haberla elegido para hacer noche hasta que descubrí el centro, que alberga varios edificios góticos y renacentistas. En el siglo XVI, de hecho, la ciudad era sede episcopal y tenía una universidad, lo que explica su crecimiento. Los amantes de la arquitectura podrán conocer la bella catedral de San Salvador, de estilo gótico catalán, el Colegio de Santo Domingo y sus dos claustros renacentistas, la iglesia de Santiago Apostol...
Un consejo, sobre todo si vienes Orihuela en verano: tómate tiempo para visitar el Museo de la Muralla. Un recorrido subterráneo te permitirá descubrir restos de los muros de la ciudad, los baños árabes y varios edificios antiguos.