Recorriendo la provincia de Murcia en verano, me di cuenta de lo árida que es esta parte de España. Por tanto, llegar a Lorca, me sorprendió descubrir el pequeño valle fértil del Guadalentín, apto para la horticultura y la arboricultura. En primer lugar, nos llama la atención el castillo que se alza sobre un promontorio, cuya visión es imponente. Descubrí que un tren hace posible subir sin cansarse por las empinadas calles. Una comodidad, pero que rompe un poco el encanto...
A los pies de la colina rocosa y en sus laderas se extienden los barrios de Lorca, su antiguo centro, alrededor de la Plaza de España, las fachadas barrocas de las hermosas Casas (Casa de Guevara, Casa del Corregidor...), y mansiones que datan del siglo XVII o XVIII.
Dediqué tiempo a visitar varios museos: el Museo de Bordados del Paso del Azul y el Museo de Bordado del Paso Blanco. Ambos nos permiten imaginar el ambiente en la ciudad durante las procesiones de Semana Santa. También vi el Museo Arqueológico. Recomendable si visitas Lorca durante una estancia en España.