El centro de Jerez es un sitio histórico, y no es sin motivo. Es el destino ideal para descubrir todo lo que forma la cultura andaluza, desde la arquitectura hasta la gastronomía.
Andalucía ha experimentado varios períodos de ocupación y es una mezcla de culturas y religiones. Jerez, al igual que otras ciudades andaluzas, alberga una fortaleza, un palacio de los reyes moros, y una mezquita, pero también una hermosa catedral. Ambas construcciones están una al lado de la otra.
Pero no es sólo la arquitectura lo que merece nuestro interés en Jerez: la gastronomía local se ha especializado en vino y, por tanto, debes probar un plato preparado con jerez. Los platos andaluces están decorados con gazpacho, mi favorito personal: una sopa fría de vegetales, servida con pan marinado en jerez. Una delicia.
El otro punto culminante de Jerez son los caballos- La ciudad es conocida por su feria del caballo, que tiene lugar todos los años desde el 1200. Hay competiciones, y puestos de venta de todo tipo para pasar un buen rato.
Por último, es importante señalar que no hay playas en Jerez, y los meses de julio y agosto son muy calurosos. La visita será más agradable fuera de temporada.