Aunque Santander no tiene grandes monumentos, cuenta con algunos más que interesantes, como el Palacio de la Magdalena o el conjunto escultórico homenaje a Los Raqueros (ladrones de barcos), que están representados por cuatro niños que antaño habrían sobrevivido saltando al agua y recogiendo las monedas que los visitantes lanzaban desde los barcos).
Santander es un lugar ideal para disfrutar de un buen clima durante un viaje por España.
El paseo marítimo del Sardinero es muy agradable y en él podrás observar a numerosas familias locales disfrutando del buen tiempo. Me permití el lujo de comprar dos helados de dos heladerías diferentes, Regma y Capri, y decidir cuál me gustaba más. Y si con eso no has satisfecho tus ansias de azúcar, debes probar cualquier otra de las especialidades cantábricas, como la Quesada pasiega, los sobaos pasiegos y las corbatas de Unquera.