Madeira constituye un terreno sin igual para practicar el senderismo. Admirarás los cultivos en terraza de la isla recorriendo los pequeños caminos que forman uniéndose en una amplia red de rutas de senderismo. Disfruta de la vegetación absolutamente magnífica de la isla y de los numerosos miradores que ofrece. Puesto que las temperaturas son agradables a lo largo de todo el año: ve cuando quieras, salvo los meses de verano si no te gustan las multitudes.
Tanto si eres un gran amante de las flores como si eres un simple viajero por Madeira, quedarás forzosamente encantado por la belleza de la isla, donde conviven numerosos jardines tropicales. No dejarás de participar en la Fiesta de las Flores, en abril o en mayo. Pero disfrutarás de la exuberante vegetación a cada paso que des en la isla de Madeira: hortensias, hibiscus, fucsias y otras... ¡las flores están por todas partes! Ve a lo largo de todo el año pero sobre todo en abril y en mayo, cuando los jardines están más bellos. Si puedes, evita los meses de verano, muy turísticos.
La isla de Madeira es rica histórica y culturalmente. Podrás visitar la casa de Cristóbal Colón en Vila Baleira, o descubrir el original museo de la Ballena, en Caniçal. Recorrerás, también, la aldea de Santana, así como la capital, Funchal. Allí, visitarás la catedral y te impregnarás sencillamente de la agradable atmósfera de la ciudad. Ve a lo largo de todo el año para visitar la isla: ¡siempre hace buen tiempo! Alérgicos a las multitudes, evitad el verano.
La costa de Madeira y sus playas constituyen una visita imprescindible durante un viaje por la isla. Podrás elegir entre playas de piedras y playas de arena paradisíacas. No te pierdas la isla de Porto Santo, en la que se encuentran las playas más bellas. Al final del día, sabrás apreciar la belleza de la puesta de sol. Si la temperatura exterior así como la del agua son agradables a lo largo de todo el año, te aconsejo que le des preferencia a los meses de verano para bañarte: ¡la temperatura del agua se sitúa entre 22 y 24 grados! Si quieres evitar las multitudes, puedes también, de hecho, bañarte en otoño.
Madeira constituye un verdadero paraíso natural: la exploramos especialmente practicando el senderismo. Los senderos son muy numerosos y las temperaturas agradables todo el año. Puedes también hacer un mini-crucero en velero o en catamarán para admirar el paisaje y cruzar, con un poco de suerte, una ballena o delfines. Finalmente, puedes hacer la ascensión en teleférico de Funchal a Monte, ¡y descender en tobogán! Ve a lo largo de todo el año a Madeira, el tiempo es siempre clemente en Madeira. Y evita los meses de verano si no te gustan los baños de multitudes.