Pequeña y tranquila ciudad de no más de 15.000 habitantes, Cetinje tiene una gran importancia para la cultura e identidad montenegrina. Fundada en el siglo XVI, es la capital histórica de la nación monenegrina, y es aquí donde se encuentra la sede de la Iglesia Ortodoxa de Montenegro. Su centro es agradable, y cuenta con algunas calles antiguas bordeadas de viejos edificios de una planta, transformados en numerosos museos.
Sin embargo, debo admitir que no me sentí tan admirado como los montenegrinos por la importancia histórica de Cetinje, y me pareció una pequeña ciudad con un aspecto adormecido. Es verdad que el monasterio ortodoxo es hermoso, y vale la pena visitarlo, y es cierto también que el paisaje verde de las montañas que rodean la ciudad le da a la ciudad un cierto encanto, pero creo que un día en el lugar es más que suficiente para explorar la ciudad.
Estamos caminando de nuevo con mi amigo que hacía el recorrido de Montenegro. Habíamos devuelto el coche de alquiler y todavía teníamos que matar toda una tarde antes de subirnos al tren nocturno hacia Belgrado.
Así que decidimos ir a conocer Cetinje, a la que se llega fácilmente en autobús desde Podgorica. La ciudad es muy agradable y bastante bonita, es sin duda más encantadora que "Podgo". Nos dimos un paseo por la calle peatonal ( ulica Njegoseva ) con sus numerosos cafés y casas de colores. Al final de la misma se encuentra la plaza del mercado, todavía poco animada al comienzo de la tarde. Hay gente en las terrazas y el ambiente es relajado.
Continuamos la ruta por el centro (no muy grande) y fuimos a ver el palacio presidencial, el monasterio, la iglesia Vlaška... Muchos antiguos palacios se han transformado hoy día en museos. Dicho esto, no teníamos demasiado ánimo "cultural" en esos momentos y preferimos regresar para sentarnos en una terraza de la plaza central. Era la oportunidad de relajarse con una buena limonada antes del largo trayecto nocturno que nos esperaba en unas horas.
Durante mi excursión por el Parque Nacional de Lovćen, pasé algunas horas en Cetinje. Mucho más encantadora que la actual y moderna capital, Podgorica, Cetinje no representa, sin embargo, una etapa indispensable en tu viaje por Montenegro, si no es por su dimensión histórica. Me dejó, sobre todo, una extraña impresión de vacío y limpieza.
Allí se pueden encontrar muchos monumentos que los guías te mostrarán con orgullo. El más célebre de todos es el monasterio de Cetinje. Para acceder al mismo, es obligatorio cubrirse los hombros y las piernas con un fular. En el interior se exponen, al parecer, varias reliquias, como la mano derecha de San Juan Bautista, pero no entendí cómo acceder hasta ella.
Me gustó mucho la preciosa iglesia de Court, situada en medio de un pequeño parque (¡el lugar perfecto para hacer fotos de boda!). Alberga las tumbas del rey Nicolás y de su esposa. En la avenida principal de Cetinje pude observar los hermosos palacios de colores. Se trata en su mayoría de embajadas.