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Polinesia Francesa

Las condiciones de seguridad en la Polinesia francesa

En tu estancia en la Polinesia francesa, bajo un cocotero con un cóctel en la mano, lo último que imaginarás es que Papeete está bien lejos de ser una ciudad segura.

Peligros potenciales

Para hablar de las condiciones de seguridad que encontrarás durante tu viaje a la Polinesia francesa, tenemos que diferenciar la ciudad de Papeete del resto de las islas.

En la mayoría de las islas y sus playas no tendrás nada de que preocuparte, más que de las corrientes del mar y de los ataques de mosquitos o moscas cuando estés descansando en la playa.

En Papeete, el ambiente cambia radicalmente. En los últimos años, la ciudad está experimentando un aumento en la inseguridad. El riesgo de robo o incluso de asalto es real, sobre todo en ciertos barrios de las afueras de la ciudad y, por supuesto de noche. Por la calle te interpelarán pandillas de jóvenes o dealers, no siempre de forma agradable.

Las mujeres solas son a menudo el blanco del "asalto verbal" callejero, a veces bastante pesado. Los problemas de alcoholismo no ayudan a mejorar la situación y hacen el tráfico más peligroso.

Ten en cuenta que de noche aparecen muchos perros en las calles de Papeete, y no es raro que haya ataques a personas. Papeete está muy lejos de la imagen idílica que transmite la Polinesia.

En la Polinesia francesa

Cómo esquivar los peligros

En cuanto los mosquitos, si estás en el agua intenta nadar lo máximo posible para evitar exponer el cuerpo, y lleva un buen repelente para la piel.

En Papeete, es importante no llamar demasiado la atención, no parecer un turista típico y no mostrar signos de riqueza. En resumen, no tentar a los ladrones.

Aunque hay pocas agresiones, el riesgo es real. Son los tristes efectos del alcohol sobre la población. En caso de agresión, no quieras hacerte el héroe, mantén la calma y dales a los asaltantes lo que te piden.

Sobre todo, no respondes a las provocaciones en la calle.

En cuanto a las ofertas de drogas, el único consejo es no aceptarlas. No sólo entrarás contacto con gente poco recomendable, probablemente te expondrás a que te desnuden y/o roben. Además, el "crack" local provoca daños irreversibles.

Si se te acercan perros, con un palo o hacer el gesto de tirar una piedra será suficiente para mantenerlos alejados.

David Debrincat
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