Me gustó mucho el ambiente oriental de Bizerta, entre el mar y el lago. La ciudad gira en torno al canal que conecta el lago de Bizerta con el Mar Mediterráneo. Hay una puerto precioso donde pasé un rato disfrutando de la atmósfera. La Medina está justo al lado. El laberinto de callejuelas estrechas le da un ambiente oriental a la ciudad, que data de la época fenicia. Los zocos cubiertos se complementan con las muchas tiendas de artesanía.
Subí hasta la terraza de la ciudadela fortificada. Hay una vista preciosa sobre el antiguo barrio árabe. La ciudad de Bizerta es más pintoresca que otras ciudades de Túnez.
Después de Bizerta, seguí el camino de la Corniche hacia el norte, donde hay bonitas playas de arena, hoteles y restaurantes. Un lugar ideal para descansar.
DesdeTunez, hice el trayecto hasta Bizerta en autobús colectivo. Llegando a Bizarta, se relantizó, así descubrí que sólo se accede por el puente levadizo. Está abierto para dejar pasar a los barcos. La primera imagen que tuve de la ciudad fue industrial. Una vez bajado el puente móvil, el bus se dirigió al centro de la ciudad.
Entonces descubrí la ciudad histórica y portuaria, con la Kasbah y el viejo puerto. Es encantador y acogedor. La kasbah, ciudad vieja arabe, es bastante popular. Bordea el viejo puerto con sus murallas. Está frente a casas blancas con contraventanas azul cielo, ropa secándose en las ventanas, redes de pescadores amontonadas en el viejo puerto. Hay barcos de colores frente a los restaurantes y algunas terrazas de cafetería. Ideal para degustar pescado y marisco, pasteles y un buen té con menta. Una atmosfera tranquila y mediterránea está muy presente. El canal de Bizerta que conecta el mar y el lago hace que sus habitantes la llamen "la Venecia de África".
A la vuelta, seguí la cornisa a orillas del mar, más turística y balnearia. Esas horas pasadas en Bizerta fueron muy agradables. Si tienes la ocasión, trata de ir a la vuelta de los pescadores.