Con sus 900 habitantes, Punta del Diablo desprende tranquilidad. Los uruguayos que han decidido residir allí durante todo el año viven de la pesca y la artesanía. Sin embargo, en verano es otra historia: Punta del Diablo se transforma en una de las estaciones balnearias más populares entre la juventud uruguaya, argentina y brasileña.
Yo misma fui a Punta del Diablo durante el mes de febrero y, a pesar de las hordas de turistas, me encantó aquel pueblo pintoresco con sus incontables cabañas de madera frente al océano. Principalmente dediqué mi tiempo a relajarme. En la agenda, playa, surf y asado de pescado. Eso sin olvidar el omnipresente mate y todos los rituales necesarios para tomarlo. También aproveché mi viaje a Uruguay para visitar el Centro de Tortugas Marinas y saludar a mi tocaya: ¡la tortuga Carolina!
Aunque la ciudad balnearia vecina, Punta del Este, es famosa por su aspecto ostentoso y superficial, Punta del Diablo es más para las almas bohemias o incluso hippies. Si viajas solo o sola, ¡no te preocupes! Los uruguayos son encantadores y no dudarán en presentarte a sus amigos, o a al menos eso es lo que me pasó a mí. Punta del Diablo es uno de mis sitios preferidos de Uruguay. ¡Ve con los ojos cerrados!