Propriano es un lugar con una fama arraigada, como atestiguan los numerosos vestigios antiguos que se observan en los alrededores. Tanto la ciudad como el puerto, que se encuentran en el golfo de Valinco, fueron construidos en la roca de Scoglio Longo, que les proporciona una protección natural. La ciudad es moderna, aunque conserva un pequeño centro histórico.
Este remando de paz me convenció para quedarme un día más. También lo hicieron sus increíbles playas, que son unas de las más bonitas que podrás ver durante tu viaje por Córcega. Existen muchas playas en los alrededores, pero las que más me gustaron fueron las de Portigliolo, Campomoro y Baracci (idílicas).
La zona del interior también resulta atractiva, con colinas verdes y desfiladeros, desde donde que se pueden observar las vastas pendientes de monte bajo que se extienden hasta perderse en las aguas de un mar de color turquesa.
Las playas de los alrededores de Propriano son realmente hermosas, lo que convierte a Propriano en un destino costero muy popular. El flujo de turistas ha sobrepasado un poco esta pequeña ciudad. Al abrigo de una gran roca, Propriano es de hecho una ciudad antigua. En los alrededores de la ciudad se pueden encontrar restos griegos y romanos. También cuenta con un casco antiguo. La vista del golfo de Valinco es asombrosa.
El puerto de Propriano está muy desarrollado. Puede acoger a numerosos barcos de recreo, aunque también de comercio. Es además el puerto de entrada de numerosos barcos de viajeros que vienen del continente. De ser una pequeña ciudad, Propriano se ha convertido en un importante centro turístico. Es una escala imprescindible durante un recorrido por Córcega, la isla de la belleza.