El principal atractivo de Bratislava reside en su castillo y en las vistas que ofrece. Se puede acceder subiendo por una larga colina, pero el esfuerzo vale la pena, ya que enseguida veremos los meandros del Danubio y algunas perspectivas fantásticas sobre la ciudad.
Por otro lado, la vida es apacible en la ciudad, su gente es simpática y resulta un verdadero placer sentarse a tomar café y "ver a vida pasar" en las terrazas, cuando el tiempo lo permite. Bratislava posee un clima bastante dulce. Una etapa interesante en tu viaje por Eslovaquia.
Sin embargo, no recomiendo pasar aquí más de un fin de semana, ya que cerca se pueden encontrar otras ciudades con muchas más cosas para ofrecer, así como una mejor relación calidad-precio. Con la llegada del euro a Bratislava han aumentado mucho los precios.
Bratislava merece una visita. A pocas horas de Viena, es cierto que uno no piensa forzosamente en ir a pasar un fin de semana en Eslovaquia, sin embargo, esta ciudad te permite hacer una escapada de varios días.
Eslovaquia ha pasado mucho tiempo bajo el yugo de la URSS y conserva ciertos restos de esta época. Por tanto, te aconsejo que dejes el centro, zona turística, y que busques un restaurante típico, lugar donde por un módico precio podrás darte el lujo de degustar un auténtico plato típico eslovaco acompañado de "Kofola", bebida dulce local.
El encanto de esta ciudad no reside solo en su cocina: hay muchas cosas que ver en Bratislava, como echar un ojo a su iglesia azul. Resulta muy sorprendente, tanto que parece incluso falsa.
Si hace sol, podrás ir a dar una vuelta por los muelles urbanizados. Disponen de zonas de césped y máquinas para hacer ejercicio; acabarás el día en un entorno muy agradable. Los aficionados a las compras disfrutarán mucho al terminar este paseo: al final del mismo se alza un centro comercial de tres plantas.
Bratislava es una ciudad situada a pocos kilómetros de Viena, muy cerca también de Budapest: a veces se parece encontrarse arrinconada entre sus dos majestuosas vecinas. Sin embargo, nos olvidamos enseguida del hecho de que Bratislava fue capital del reino de Hungría durante varios siglos, al ocupar los otomanos Budapest.
Es cierto que Bratislava parece más una gran ciudad de provincias que una capital, pero si se mira la ciudad como lo que es en lugar de compararla con otras capitales centroeuropeas vecinas, verás que se trata de una pequeña urbe adorable, con una vida nocturna atrevida que conforma una buena base para explorar los alrededores y supone un destino imprescindible para hacer un viaje por Eslovaquia.