Hana es el lugar perfecto para alojarse y disfrutar de la costa noreste de la isla de Maui. Apenas más al sur se encuentra la entrada este del Parque Nacional Haleakala.
Hana cuenta con varias playas bonitas. En algunas, la arena y los guijarros son negros, restos de la actividad volcánica de la isla. Kōkī Beach es una playa de fina arena blanca, clásica y eficaz. Sin duda mi preferida es Kaihalulu, una pequeña cala al borde de una colina.. Esta vez, aquí la arena es roja y la playa está bien escondida.
En Kauanu Garden hay un templo, La Casa de Pi’ilani, que data del siglo XIII. Y el jardín a orillas del mar alberga numerosas especies de plantas locales. Me pareció una visita agradable y tranquila al borde del mar.
La cuidad de Hana cuenta con algunos supermercados y restaurantes. Si váis allí un fin de semala, podéis ir a Hānā Farm, a acompañar a los isleños. Son muy buenas y se van muy rápido. Sólo os doy un consejo, y es que os llevéis vuestra propia bebida para la espera.