El lago de Yojoa sigue siendo uno de mis mejores recuerdos de Honduras. Me gustó mucho la travesía en barco por la orilla del lago. Si zarpas al alba verás cómo amanece todo este entorno natural, con la niebla que emerge del agua, los anfibios despertándose y los pájaros buscando su desayuno. Este momento es mágico, especialmente al navegar sobre el agua sin ruido, lo que permite escuchar perfectamente los cantos y sonidos de todas estas especies. El lago de Yojoa es el lago de mayor superficie de Honduras.
Otro punto a destacar de esta visita fue el paseo hacia las cataratas de Pulhapanzak. Esta impresionante cascada cae desde 40 m sobre un cañón donde se forman numerosos remolinos. La visita al parque eco-arqueológico Los Naranjos, ubicado al norte del lago, me permitió admirar las ruinas de la civilización lenca. Sin embargo, la ausencia de indicaciones y carteles informativos sobre el yacimiento hace que parezca estar abandonado.
El lago está rodeado por otros parques como el parque nacional Cerro Azul Meámbar o el parque nacional Montaña de Santa Bárbara, gracias a los cuales esta región es uno de los principales destinos naturales del país. Así que no lo dudes más, sobre todo porque los habitantes locales son muy hospitalarios.