Letonia, la joya discreta de los países bálticos
Riga, capital con un corazón vibrante
En la confluencia de influencias germánicas, escandinavas y eslavas, Riga irradia una energía fascinante. Su centro histórico, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco, combina el modernismo exuberante con callejuelas empedradas. Cafés de diseño, mercados de agricultores y talleres artesanales: la ciudad refleja a la perfección los contrastes del resto del país. Por la noche, las orillas del Daugava se animan con jazz suave y cocina local reinventada.
Una naturaleza al alcance de la mano
En Letonia, la naturaleza está siempre cerca. Bosques profundos, playas de arena blanca, ríos tranquilos y parques nacionales salpican el territorio, accesibles en pocas horas. Haz senderismo en el valle del Gauja, date un baño en un lago al atardecer, recoge bayas o hierbas silvestres: el aire libre forma parte del día a día.
Sabores del terruño báltico
Pan negro con comino, pescado ahumado, miel de tilo, setas del bosque: en las tabernas y en los restaurantes contemporáneos, la cocina letona se reinventa sin perder sus raíces. Una gastronomía local y de temporada, para descubrir con una infusión de hierbas o un vaso de bálsamo negro.
Nuestros consejos para viajar de forma más responsable en Letonia
Viajar en temporada baja te permitirá disfrutar de un viaje más responsable. Para los amantes de la naturaleza, recomendamos especialmente el parque nacional de Gauja. De mayo a junio es el momento ideal para observar animales salvajes y las raras especies de aves locales.
También es una época perfecta para pasear entre las dunas y los pueblos pesqueros de Liepāja, en la región de Curlandia, al oeste de Letonia. ¿Y por qué no aprovechar el final de temporada, de septiembre a octubre, para probar el bobsleigh sobre ruedas en Sigulda, en la pista olímpica del país?