Alzándose elegantemente por encima del bosque de los alrededores, el castillo de Turaida es una maravilla arquitectónica que data del siglo XIII y en la actualidad se encuentra reconstruido. Se distinge sobre todo por su elevada torre de ladrillos rojos de 42 metros, que domina los alrededores y la reserva cultural con sus numerosos museos tradicionales.
Si bien el sitio es ya impresionante por sí solo, me quedé fascinado al enterarme más sobre la minoría de Livonia, que hasta el momento me era totalmente desconocida. Pueblo que vivía en los confines del norte de Letonia y el sur de Estonia, su idioma se extinguió en 2013, tras la muerte del último hablante nativo. Hoy en día, tan sólo unas treinta personas hablan el idioma, mientras que unos cien se reivindican como pueblo, que tuvo un importante papel en la región, como lo demuestra el hermoso castillo de Turaida.