Durante mi estancia en Omán, había previsto ir a Misfat simplemente para tener un punto de llegada entre el Jebel Akhdar y el Jebel Shams. Además de que esta opción resulta judiciosa visto el tiempo del trayecto en la montaa, tuve el placer de descubrir que Misfat era un encantador pueblecito de Omán. Situado en lo alto de un valle, domina un palmeral en el que puedes pasear a lo largo de los falajs como los habitantes que te encontrarás en el camino.
Algunos alojamientos del pueblo se han instalado en viejas casas de tierra, lo que para el viajero supone pasar una noche en un alojamiento tradicional (lo que no sucede muy a menudo en Omán). En resumén, me encontré en este pueblo un poco por casualidad, pero debo confesar que es uno de los mejores recuerdos de mi viaje (con la condición de dormir in situ).