Ieud es un lugar con carácter. Desembarqué allí desde Sighetu Marmatiei una mañana de mayo, me sorprendió su remota ubicación, en el fondo del valle de Iza-Tibles, tan abundante en pueblos tradicionales. Sin embargo, su emplazamiento aireado es muy alegre, un auténtico rincón idílico con una gran panorámica de los montes Tibles. El lugar es encantador.
Las casas traditionales de Ieud, con grandes techos de tejas que parecen cascos, están repartidos de forma sorprendente por la colina, y rodeados de jardines. En este entorno pintoresco y bucólico, visité las dos iglesias del pueblo que son verdaderos tesoros de la arquitectura en madera. La primera, la iglesia de la Natividad de la Virgen, llamada Deal, está declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, junto a otras 7 iglesias maramures. Su complejo sistema de techos con tejas de abeto, su elevada torre y su cementerio, son fascinantes. Pero Ieud no se detiene allí, una segunda iglesia, también del siglo XVIII, y también de madera, la iglesia de Ses, te dejará fascinado. Todo un festival. Pasé allí una jornada inolvidable..