A las puertas de Sibiu, una magnífica ciudad transilvana, los montes Cindrel ofrecen, sobre todo en invierno, unas bonitas vistas de la cordillera que domina la llanura. El macizo forestal, lleno de pastos de montaña a 1500 metros de altitud, tiene muchas atracciones, y por eso es famoso en Rumanía. Mărginimea Sibiului es una impresionante reserva etnográfica que ha sabido conservar el modo de vida tradicional rumano como pocas otras regiones del país.
Luego, la estación de esquí de Platinis es una de las más agradables del país, a 1440 metros de altitud. Su ambiente familiar es ideal para una estancia, y, además, se pueden practicar distintos deportes de invierno: esquí alpino, nórdico, raquetas... Tiene un magnífico monasterio de madera donde vivió el filósofo Constantin Noica.
Por último, las crestas y las cumbres de los montes Cindrel son perfectas para hacer senderismo a pie, en bicicleta de montaña o con raquetas de nieve. Te aconsejo sobre todo que asciendas el Varful Cindrel, a 2245 metros de altitud.