Fundada en el siglo XIV, Curtea de Arges seconvirtiórápidamente en un centro importante en la provincia autónoma de Valachie y enseguida en su capital. Poco a poco abandonada, la ciudad declina para convertirse hoy día en una mediana ciudad de provincias de alrededor de 30.000 habitantes. Si bien la ciudad parece un poco dormida, tiene, sin embargo, magníficos sitios históricos que merecen la pena echarles un vistazo.
Es el caso, en concreto, de la bellísima iglesia de San Nicolás que está considerada por muchos como uno de los monumentos rumanos más antiguos en buen estado. Muchas otras iglesias merecen que nos detengamos, además de que la región en los alrededores (especialmente la cadena montañosa Fagaras) es absolutamente espléndida. Yo no recomendaría, quizás, quedarse a dormir un tiempo en Curtea de Arges, sin embargo, me parece que la ciudad merece una etapa en el transcurso de un recorrido por Rumanía.