Aprecié especialmente la calma de la ciudad de Kélibia. Un lugar perfecto para relajarse en la playa de Al Mansourah, a 2 kilómetros al norte de la ciudad. Al Mansourah es una espléndida playa de arena blanca con reflejos plateados, unida a un mar de aguas cristalinas y cálidas. Los amantes del asueto también apreciarán las bellas playas de Hammam Djebli y el Wadi Kassad.
Si, en vez de las playas, prefieres las visitas culturales, te aconsejo el fuerte púnico de Kélibia. Un imponente y magnífico edificio con forma poligonal rodeado de eucaliptos. El panorama del estrecho de Siria y los vestigios de la ciudad romana de Clypea merecen la visita.
Si te gustan los productos locales, te recomiendo el gran zoco donde abundan los productos frescos y los restaurantes del puerto. Muchos proponen suculentos platos de marisco y pescado fresco. La ciudad también es conocida por su famoso moscatel de Kélibia, producido por los viticultores locales.