Port El-Kantaoui es un lugar insólito. Quedé decepcionada por el ambiente demasiado turístico de Port El-Kantaoui. Aquí los hoteles se suceden a lo largo de la costa durante kilómetros. Enormes complejos que son tomados al asalto en verano por los tunecinos. Algunos hoteles de lujo parecen más ciudades que hoteles, con sus supermercados, restaurantes, bares, spa, piscinas...
Port El-Kantaoui reivindica el estatus de "Marina del Mediterráneo", con su puerto deportivo de estilo andaluz, sus complejos hoteleros y sus tiendas de recuerdos siempre presentes. Un lugar poco auténtico, donde se abre un mosaico de actividades: escuelas de buceo, réplicas de navíos de piratas, jardines botánicos, zoo, golf, parque de atracciones... en un vaivén incesante, tanto de día como de noche con sus discotecas.
La única atracción que te aconsejo es probar las especialidades culinarias locales, como el mero a la mostaza o el pulpo a la "chebba" (una salsa de tomate especiada propia del lugar).