El Río de la Plata, ¡qué nombre tan poético! Sin embargo, sus aguas son de color marrón por culpa de los sedimentos que componen esta inmensa extensión de agua de 290 km de largo.
Se dice que fue a orillas del Río de la Plata donde nació el tango, ese baile impregnado de nostalgia. Durante las sucesivas olas de inmigración a Argentina y a Uruguay, los primeros inmigrantes cruzaban sus aguas en barco, listos para comenzar una vida mejor en ese nuevo mundo de Sudamérica.
Muy cerca de las costas argentinas y uruguayas, las aguas del Río de la Plata rodean la islita de Martín García, a la que se puede llegar en avión. Es una ocasión ideal para pasar un día lejos del bullicio de Buenos Aires o simplemente para hacer escala antes de ir a Montevideo, la capital de Uruguay.