Aunque el apodo de "Saint Tropez de Sudamérica" quizá sea un poco exagerado, Punta del Este sigue siendo una ciudad atractiva por sus playas y el amplio abanico de actividades que ofrece. Se accede a ella muy fácilmente desde la capital, Montevideo, y merece la pena pasar allí dos o tres días.
Como fui fuera de la temporada turística, no pude ver del todo su lado "jet-set", lo cual me pareció estupendo. Me encantó el ambiente tranquilo del lugar, que permitía relajarse a gusto. Me gustó poder pasear por la orilla y hacer algunas excursiones por el interior, en dirección a Pueblo Edén o Pueblo Garzón. Hay un bonito campo con colinas pobladas por vacas y ovejas.
Entre los tópicos de Punta del Este está sacar la foto en Playa Brava de la estatua de los dedos saliendo de la arena realizada por el artista chileno Mario Irarrázabal. Ve también a Casapueblo, en la península de Punta Ballena, al atardecer.