Ubicado en las estribaciones de la cordillera balcánica, en la frontera con Serbia y al norte de Bulgaria, Belogradchik atrae a centenares de visitantes que se acercan a ver sus extrañas formaciones rocosas, una especie de mini Gran Cañón búlgaro que sobresale en el horizonte con sus tonos amarillentos y rojizos. La fortaleza es otra de las atracciones principales de la ciudad. Una construcción impresionante con unos muros de dos metros de grosor y de hasta doce metros de altura, está sorprendentemente bien conservada. Originalmente fue una fortaleza romana reconstruida en varias ocasiones.
Sin embargo, la ciudad de Belogradcik no me dejó un recuerdo imborrable. Con una población de unos 5.000 habitantes, no tiene mucho más interés, pero resulta un lugar ideal que puede servir como base para explorar las montañas de la cordillera balcánica que se extiende al oeste. También es una zona bastante aislada del país, algo que te garantiza poder disfrutar de una buena escapada natural en tu viaje por Bulgaria.