La ciudad de 25.000 habitantes de Karlovo está situada en una llanura, mientras que los suburbios comienzan a elevarse en las montañas de Stara Planina. Su centro es muy bonito y cuenta con muchos edificios históricos, algunos de los cuales están en mal estado, además en él se encuentran hermosas iglesias y monasterios ortodoxos. Sin embargo su tamaño intermedio no le concede las ventajas de una gran ciudad ni las de un pequeño pueblo rural, así que esta ciudad no logró seducirme demasiado.
Si bien Karlovo es un importante destino turístico entre la población búlgara, que acude a venerar a Vasil Levsky, el héroe de la revolución contra los turcos, yo no la vi mucho interés. En resumen, te recomendaría ir un poco más allá por las montañas y descubrir los pueblecitos tradicionales llenos de encanto y más acogedores, durante tu viaje por Bulgaria.