La llegada a Boromo es muy animada. Desde que bajé del autobús, me vi asaltado por todas partes para comprar huevos cocidos o frescos así como todo tipo de productos. Las multitudes se agolpan alrededor de los viajeros. Es de hecho una ciudad donde es habitual hacer un alto entre Ouaga y Bobo.
El resto de la ciudad es bastante tranquilo. No hay nada de especial aparte de los numerosos animales presentes en las calles. Como en todas partes, hay pollos y gallinas, pero en Boromo, también hay cerdos de todos los tipos y cebús. Siempre es impresionante cruzarte con estos animales flacos aunque imponentes. También se puede visitar el taller de los Grandes Pueblos de África. Esta asociación presenta espectáculos de marionetas gigantes que comienzan a hacerse famosas.
La ciudad es conocida por sus sándwiches de pollo. Haz una parada en Boromo durante un recorrido por Burkina Faso.