Tembleque es una villa pequeña y agradable en la que mi única recomendación es sencillamente que paseéis por sus calles, según os vaya apeteciendo. Los edificios están muy bien, evocando la época dorada de la región en tiempos antiguos y durante la ocupación árabe. Es todo un placer admirar su arquitectura, y me encantó de hecho su Plaza Mayor, con los balcones de sus edificios; sólo por ellos ya vale la pena hacer parada en esta hermosa villa. Por otra parte, sí es verdad que podría ser un lugar con más entretenimiento.
Como en el resto de localidades de Castilla la Mancha, podréis disfrutar de su gastronomía local que no os decepcionará en absoluto, y la cual forma parte esencial de la cultura española.
En cuanto al alojamiento, si queréis hacer noche en la villa tenéis la opción de ir a un hotel, o también hay varias casas rurales.