Merece la pena detenerse en la ciudad de Kecskemét para disfrutar de su bonita arquitectura y de las estepas infinitas de Hungría.
Por eso pasé un día en calesa por sus llanuras: hay muchas granjas en la ciudad que organizan recorridos de uno o más días.
Si no, puedes pasar una hora en la ciudad visitando su plaza principal, su ayuntamiento y sus distintas iglesias.
Al final del día, también podrás asistir a un espectáculo de equitación. Como te habrás imaginado, los caballos son un elemento fundamental de la Puszta y las llanuras húngaras merecen la pena durante un viaje por Hungría si te gustan los viajes de aventura.
Kecskemét se parece a muchas otras ciudades pequeñas de Europa central y oriental, con su bonita plaza principal y sus calles históricas adormecidas, que recuerdan el pasado perdido de estas ciudades, cuando convivían pacíficamente varias comunidades (húngaros, alemanes, judíos, rutenos, romaníes...).
Esta visión ya pertenece al pasado, al haber sufrido los estragos de la Segunda Guerra Mundial y del comunismo. En la actualidad, Kecskemét no es más que una pequeña ciudad agradable sin ningún interés especial, donde la vida transcurre a su propio ritmo.
Sin embargo, me parece que Kecskemét es una de las ciudades más bonitas de Hungría, agradable para recargar pilas un par de días, en mitad de las llanuras del país. No es de visita obligada durante un periplo por Hungría, pero tampoco es desaconsejable.