Situados en el parque público de Varosliget (los «jardines de la ciudad») en el norte de Budapest, los magníficos Baños Széchenyi se encuentran en el interior de un precioso edificio histórico que data del siglo XIX y, para mí, son una de las actividades más divertidas que hacer en Budapest.
He ido muchas veces a los Baños Széchenyi, en distintas temporadas, y debo admitir que es una de mis actividades preferidas de la ciudad. Allí hay un montón de piscinas de diferentes temperaturas y ricas en minerales varios, todos ellos supuestamente buenos para la salud.
También hay algunas saunas y hammams disponibles, mientras que las tres piscinas exteriores a distintas temperaturas son muy populares entre los fotógrafos, que intentan inmortalizar a los húngaros jugando al ajedrez sobre los tableros flotantes mientras los turistas chapotean a su alrededor. ¡De visita obligada en Hungría!
Széchenyi proporciona horas de diversión y relajación con una excelente relación calidad-precio. Además del paquete básico que incluye la entrada (acceso al conjunto del circuito de piscinas, saunas y baños de vapor), se pueden solicitar tratamientos de belleza adicionales (como la pedicura), masaje o incluso sesiones de solarium (no incluidos en el precio, pero bastante razonables).
Para mí, la mejor parte son las piscinas exteriores, desde donde se pueden observar a los jugadores de ajedrez de la zona y los numerosos espectadores, a menos que estos sean otros jugadores esperando que haya un espacio libre. En invierno puedes disfrutar de tu baño y al mismo tiempo estar rodeado de nieve, una experiencia única. En verano en la zona se desenvuelve un ambiente más festivo.
No te olvides de tu bañador en tu viaje por Hungría, tu toalla y tus chancletas para disfrutar al máximo de este maravilloso lugar, seguro que no lo lamentarás.