Al oeste de Mallorca, entre Valdemossa y Sóller, Deyá es un adorable pueblo, con calles estrechas y sinuosas. Encaramado sobre una roca, rodeado de montañas y bosque, este municipio de sólo 800 almas, ofrece una vista espectacular del mar.
La Tramuntana es una cadena montañosa que se extiende desde el norte hasta el sur de la costa oeste de la isla de Mallorca. Aún salvaje y fuera a los circuitos turísticos habituales, la Tramuntana ofrece una faceta diferente de la isla.
Formentera es una magnífica islita a poca distancia de Ibiza. Este lugar ha sabido conservar su innegable carácter salvaje, y continúa apartado del turismo de masas.
Maravillosa y tranquila, la ciudad de Pollença está situada al norte de la isla de Mallorca, no muy lejos del cabo de Formentor. Pollença te cautivará con toda seguridad gracias a su gran patrimonio cultural.
El pueblecito de Sineu tiene apenas algo más de tres mil habitantes. Está en el centro de la isla de Mallorca y su fundación se remonta a la Edad Media.
Con sus 1445 metros, el Puig Major es una de las cimas más altas de la isla de Mallorca. A pie, en bicicleta o en coche, se trata de un punto imprescindible para ver en Baleares.
Palma de Mallorca es una ciudad que parece una maqueta a escala real. Una especie de postal de un lugar de vacaciones ideal. A tu alcance tendrás: cultura, belleza arquitectónica y playas.
La ciudad de Inca, situada a unos treinta kilómetros de Palma de Mallorca, destaca por sus célebres bodegas, reconvertidas en restaurantes y bares de tapas.
Sa Calobra es uno de los paisajes más famosos de la isla de Mallorca. Un cala con fondos increíbles y agua límpida. Pero eso ya no es un secreto para nadie...