La primera vez que fui a Israel, estaba como loco por ir a visitar Tiberíades. En mi imaginación, el lugar era como una antigua ciudad lacustre construida mediante rocas volcánicas. Pero vaya desilusión más grande me llevé al llegar... La ciudad quedó destruida tras sufrir varios terremotos y más tarde, en los años 70, fue restaurada por completo, pasando a ser uno de los destinos turísticos más importantes del país. Y aunque en su día fue así y nadie lo duda, lo cierto es que a día de hoy ya no es para nada así... Actualmente, la gente estaría encantada de no tener que participar en los tours que se llevan a cabo a orillas del lago, que todavía mantiene su carácter salvaje.
Si pretendes visitar el norte del país cuando estés de viaje por Israel, es bastante probable que tengas que pasar por Tiberíades. Aun con todo, puedes pararte en la ciudad y darle una oportunidad. Así podrás visitar la tumba de Moisés Maimónides.
El ambiente que había en Tiberíades me recordó al de una estación balneario. Aun así, la playa se parece más a una cala, un sitio en el que es difícil encontrar un hueco para poner la toalla. Me lo pasé bien de todos modos. Al estar tan cerca de las toallas de otros, tuve la oportunidad de conocer a un grupo de israelís muy simpáticos que estaban sentados en unas sillas plegables dentro del agua.
Aunque la ciudad me gustó más en su versión nocturna con todos los restaurantes y bares a lo largo del lago. Me entusiasmó el hecho de caminar despreocupadamente por las calles sin más objetivo que el de mirar por mirar.
Cuando estuve de viaje por Israel, fui a visitar a pie diferentes iglesias y monasterios que se encontraban fuera del centro de la ciudad. Estaban bastante lejos, pero no me arrepentí de haber ido, pues pude descubrir cosas maravillosas. Las visitas me gustaron mucho. La arquitectura, el panorama que siempre aparece reflejado en las postales, la espiritualidad, el interés histórico... Lo tenían todo. Tuve la suerte de conocer a un israelí que me hizo un tour guiado gratis por uno de los lugares que quería visitar. Fue apasionante.