Al bajar del tren no se tienen las mejores vistas del lugar: hay que caminar un poco por la ciudad relativamente desierta para llegar al final a la principal atracción de Sigulda: el Parque Nacional de Gauja, el primer parque nacional de Letonia.
Tras haber encontrado la famosa cueva Gutmanis, llegamos a las ruinas del castillo de Turaida, que son a la vez conocidas por la leyenda histórica de la Rosa de Turaida, según la cual una joven prefirió sacrificar su vida para salvar su honor.
El esfuerzo físico de esta pequeña caminata se verá rápidamente recomensado por las impresionantes vistas en lo alto de la torre del castillo desde donde podrás contemplar el valle y el río Gauja. Así que para mí no vale la pena quedarse mucho tiempo en Sigulda durante tu ruta por Lituania si los colores de la naturaleza no han aparecido aún.