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Nuestra guía de viajeros y viajeras responsables: 10 buenas prácticas para viajar mejor

Por Evaneos, el

El reto de viajar de manera más responsable radica en tener el menor impacto posible en el medioambiente y en las poblaciones del país que se visita, al mismo tiempo que se genera el mayor número posible de efectos positivos. ¿Misión imposible? Desde luego que no. Si todas y todos cambiamos juntos algunas de nuestras acciones y hábitos, podemos crear un turismo más sostenible, un turismo que conserve la belleza del mundo.
Un viajero en un mercado de frutas y verduras en AsiaUn viajero en un mercado de frutas y verduras en AsiaUn viajero en un mercado de frutas y verduras en AsiaUn viajero en un mercado de frutas y verduras en Asia

Somos una comunidad de más de 500 000 viajeros y viajeras, conscientes de los retos y dispuestas a pasar a la acción a partir de ya. Al exigir viajar de forma sostenible, hacemos un requerimiento a los y las profesionales, e influimos en su futura oferta de productos y servicios. Tenemos el poder de cambiar la situación actual. Y para conseguirlo hemos recopilado 10 buenas prácticas que adoptar sin más dilación:

  1. Preparar tu viaje

  2. Sumergirse en la cultura local

  3. Respetar a la gente

  4. Reducir los residuos

  5. Reducir el consumo de agua y energía

  6. Respetar la vida silvestre

  7. Proteger los lugares que visitamos

  8. Consumir productos frescos y locales

  9. Apoyar a las ONG locales

  10. Informar a tu agencia local

1. Preparar tu viaje para ser un viajero informado y prudente

La regla número uno para echarse a volar hacia lo desconocido: nos interesamos por el territorio y por la gente que nos recibirá. Antes de ir, nos familiarizamos con la lengua local, aprendemos algunas palabras para interactuar allí con la gente lo mejor posible. Nos informamos sobre la historia, las costumbres del país, las leyes nacionales, los códigos sociales, la ropa que llevar en uno u otro lugar... En resumen, nos preparamos para adoptar el estilo de vida del destino escogido.

2. Sumergirse en la cultura local

Una vez allí, detén el espíritu crítico y las ideas preconcebidas que tan a menudo terminan siendo unas aguafiestas. Decimos sí a la apertura de mente y de corazón. Alimenta tu curiosidad y habla con los lugareños, que estarán encantados de hacerte descubrir los más inesperados tesoros de su querido país. ¿Y por qué no aprovechar la ocasión para hacer un curso de artesanía o de cocina y experimentar así esta cultura de forma concreta? Además, así serás el viajero responsable con el que te gustaría encontrarte en casa, el invitado perfecto al que jamás querremos olvidar.

Cuatro mujeres africanas vestidas con vestidos tradicionalesCuatro mujeres africanas vestidas con vestidos tradicionalesCuatro mujeres africanas vestidas con vestidos tradicionalesCuatro mujeres africanas vestidas con vestidos tradicionales

3. Respetar a todas las personas con las que te cruces

Cuando viajamos, buscamos un intercambio armonioso y empático con el otro, y por eso es esencial que seamos amables y nos pongamos en pie de igualdad con quienes nos encontremos. Algunas acciones que consideramos generosas o simplemente humanas pueden generar efectos negativos y favorecer abusos de distinto tipo. Por ejemplo, un regalito o una moneda a cambio de una foto puede incitar a un niño a abandonar la escuela para dedicarse a pedir limosna. Y, si queremos capturar la esencia del país haciéndoles foto a la gente, hay que hacerlo con respeto: pidiéndoles antes permiso.

4. Reducir los residuos

Para cambiar las cosas de manera sostenible, basta con que todo el mundo haga un poquito. Entre la lista de hábitos fáciles de adoptar, reivindicamos un boicot al plástico, que causa estragos a todos los niveles (mediambiente, salud, clima, etc.).

Si se eliminasen las botellas de agua de plástico en Francia, se podrían reducir en 159 000 toneladas los residuos de plástico de un solo uso, y las emisiones de gases de efecto invernadero en 2,55 millones de toneladas en un año.

Fuente: Informe WWF 2020

Di no a las pajitas de plástico en tus bebidas, a las bolsas de plástico que te propongan en las tiendas y a otros plásticos de un solo uso. Di sí a la botella reutilizable (para los más excursionistas: la cantimplora), que puedes llenar a discreción en cualquier grifo o fuente de agua potable. Pensemos en separar y reciclar siguiendo la normativa local, y salgamos siempre con una tote bag bajo el brazo.

Un mensaje en una playa que invita a no dejar residuos a nuestro pasoUn mensaje en una playa que invita a no dejar residuos a nuestro pasoUn mensaje en una playa que invita a no dejar residuos a nuestro pasoUn mensaje en una playa que invita a no dejar residuos a nuestro paso

5. Reducir el consumo de agua y energía

Quien dice un viaje ético dice un viaje ecológico y, por tanto, dice proteger los recursos. En el caso del agua, el cambio climático y el aumento del consumo humano ha creado tensiones y disparidades entre regiones del mundo.

Para conservar los recursos hay que optimizar el consumo diario de agua y de electricidad. Así, al viajar pensemos en:

  • apagar las luces, los ventiladores y el aire acondicionado cuando no los estemos usando,

  • reutilizar la toalla, que no hay por qué lavar cada día,

  • usar el agua con cautela, sobre todo al ducharnos o lavarnos los dientes.

6. Respetar a los animales silvestres y su hábitat

Si queremos a los animales, lo mejor (tanto para ellos como para nosotros) es quererlos desde la distancia.

Entre 1970 y 2020, la población de vertebrados ha disminuido en un 68% por todo el mundo, principalmente como consecuencia de la acción humana.

Fuente: Informe Planeta Vivo 2020, WWF

A pesar de lo que nos dicta la tentación, es preferible no acercarse a los animales silvestres, y menos aún darles de comer. Evitemos a toda costa las atracciones en las que haya animales maltratados o en cautiverio, así como el comercio o el consumo de especies en peligro de extinción (ballenas, delfines, tiburones, frailecillos, cebras...). En cuanto a los souvenirs, informémonos sobre el origen de los productos para no comprar objetos fabricados con especies animales o vegetales amenazadas (caparazones de tortugas, corales, cuernos, pieles de animales, maderas exóticas...).

Una jirafa observada desde la distancia, desde la ventana de un vehículoUna jirafa observada desde la distancia, desde la ventana de un vehículoUna jirafa observada desde la distancia, desde la ventana de un vehículoUna jirafa observada desde la distancia, desde la ventana de un vehículo

7. Proteger los lugares que visitamos

¡Que vivan quienes viajan a sabiendas de que la naturaleza y las obras de patrimonio mundial no les pertenece, y que son conscientes de la fragilidad de estos bienes comunes! Nos encantan estos viajeros y viajeras que respetan las zonas visitables de los monumentos históricos y que se quedan dentro de los senderos señalizados en los espacios naturales. Quienes prefieren hacer una foto de recuerdo en lugar de llevarse un trozo de pirámide egipcia, una flor rara de montaña, una concha o un trozo de coral.

Y, si se quiere, se puede apoyar a empresas locales y a ONG que se dedican a la protección del entorno natural y el patrimonio local. Si quieres hacer una donación a un parque nacional, un programa de preservación o simplemente encontrar un alojamiento o un restaurante ecorresponsable, no dudes en contactar a tu agencia local Evaneos.

8. Consumir productos frescos y locales

Hacer funcionar la economía local es la esencia misma del turismo sostenible. En lo que respecta a la gastronomía, optamos por especialidades regionales, cocinadas a partir de productos frescos y locales, auténticas postales gustativas que se quedarán grabadas para siempre en nuestra memoria. En cuanto a los souvenirs, preferimos los productos artesanales fabricados localmente y vendidos a un precio justo. Sobre todo, evitamos las falsificaciones y demás productos importados. Y sobre las propinas, nos informamos sobre las costumbres locales al respecto y las damos sin excesos (ni mucho ni poco).

Una mujer delante de su puesto de tomates en el mercadoUna mujer delante de su puesto de tomates en el mercadoUna mujer delante de su puesto de tomates en el mercadoUna mujer delante de su puesto de tomates en el mercado

9. Apoyar a las ONG locales

Para hacer una donación, lo mejor es que le pidas antes consejo a tu agencia local Evaneos. Estas expertas y expertos sobre el terreno conocen a quienes están implicados en acciones sostenibles en favor de la protección de la naturaleza y la biodiversidad, de la cultura local y de los derechos humanos. De este modo, tu acción tendrá un verdadero impacto positivo en el país que te acoge y que tanto te gusta descubrir.

Dos personas de una ONG recogiendo residuos de una playa en AsiaDos personas de una ONG recogiendo residuos de una playa en AsiaDos personas de una ONG recogiendo residuos de una playa en AsiaDos personas de una ONG recogiendo residuos de una playa en Asia

10. Informar a tu agencia local

Si durante tu viaje, te topas con algún proveedor que no respeta los principios de un turismo más sostenible, los derechos humanos o la protección de la naturaleza, háznoslo saber cuando vuelvas a través de tu agencia local, o bien en nuestro servicio de atención al cliente.

Siguiendo estos "diez mandamientos" del turismo sostenible, podrás hacer de tu viaje una acción positiva tanto para ti como para el destino escogido. Descubrimos el mundo de una manera diferente, multiplicando los encuentros con la gente, su cultura y su medioambiente. Todas nos recuerdan lo importante que es respetar y conservar la belleza de este mundo.

Después del viaje, seguimos actuando juntos por un turismo más sostenible. Respondiendo a nuestra encuesta de satisfacción nos ayudas a mejorar el impacto positivo de nuestra actividad y a la de nuestras agencias locales en el destino que hayas visitado.