Rosso es la segunda puerta de entrada en Senegal después del aeropuerto de Dakar, aunque no es la más fácil. Esperas interminables, aduaneros corruptos... Te aconsejo que pases por la aduana de Diama si quieres entrar o salir de Senegal por carretera.
Si tienes que pasar por Rosso por un motivo concreto, ¡ármate de paciencia y de tranquilidad para afrontar las largas jornadas y las discusiones absurdas que sin duda vas a vivir!
Le aconsejo a todos aquellos que quieran ir a Rosso a hacer turismo que no lo hagan. Salvo que quieran realizar una encuesta sociológica o un documental sobre este lugar de paso, con tráfico y corrupción.
De paso por Rosso (lugar por donde crucé la frontera, como la mayoría de viajeros), tuve la oportunidad de disfrutar un poco de la ciudad, que cuenta hoy día con cerca de 10 000 habitantes. Se trata de una pequeña y apacible ciudad, muy cercana a Richard-Toll y situada aproximadamente a 80 km de Saint-Louis, localidad a la que se puede acceder rápidamente tomando la carretera nacional 2. Se extiende de una ribera a otra del río Senegal, en un punto de paso sencillo. Salvando esta situación, no hay nada que la caracterice particularmente.
Por este motivo, mi única ocupación en Rosso fue contemplar el baile del transbordador que se desliza de una orilla a otra, así como el movimiento de los pasajeros ¡cuya agitación durante el proceso de carga y descarga basta para distraer a los transeúntes! Esto es debido a que el transbordador no solo transporta peatones, sino también vehículos, animales y mercancías de todos los géneros. ¡Un espectáculo que puedes descubrir durante tu viaje por Senegal!