Por su mezcla de naturaleza y cultura, las islas de Estocolmo son el destino ideal para un fin de semana largo. He podido ir varias veces, ya que tengo amigos y familia allí. Cada vez que voy, me encanta descubrir nuevos sitios.
La ciudad es muy agradable, sobre todo en primavera y en verano. En el centro, están, por supuesto, Stadsholmen con su casco antiguo (Gamla Stan), imprescindible la primera vez que vas. Visité el Palacio Real y también un pequeño museo sobre el Premio Nobel.
Una de mis islas preferidas es la de Djurgårdenà al este, con un parque inmenso que es el auténtico pulmón verde de la ciudad y a donde van todos los habitantes de Estocolmo a pasear, hacer picnic, montar en bici o practicar el kayak. También se la denomina la «isla de los museos», ya que allí se encuentran el museo marítimo Vasa, con su impresionante embarcación de guerra que data del siglo XVII, y, también, desde hace poco, ¡el museo de ABBA!
Durante mi último fin de semana, visité el museo de Millesgården en la isla de Lidingö, al noroeste. Fue una visita muy curiosa, con una exposición de esculturas al aire libre en un jardín con vistas al mar. ¡No te la pierdas!
Finalmente, fui a la isla de Södermalm. «Söder» para los amigos, esta es la isla más abarrotada, con sus bares, restaurantes, galerías de arte, tiendas de ropa de segunda mano y otras tiendas vintage. Un poco «hipster», pero me gustó.