No tenía la intención de ir a Ghana, así que no me detuve mucho tiempo en Natchamba. Sin embargo tuve la oportunidad de observar la vida de un pueblo togolés, antes de retomar mi itinerario explorando la región. Me sorprendí del buen estado de la carretera desde Kara y Kabou hasta la frontera.
Sin embargo pude ver, como tenía previsto, al jefe del pueblo konkonba de Bandjéli, a 8 km al este de Natchamba. En Bandjéli y sobre todo en Bassar, a 30 km al sureste, también pude descubrir lo que queda de los altos hornos tradicionales, que dan testimonio de la antigua actividad metalúrgica en la región: en el siglo XIX todavía existían 700 de estos hornos de tierra elevados a 2 ó 3 metros, en los que se recalentaba el mineral de hierro que se encontraba en el subsuelo. Una visita muy instructiva, una buena oportunidad durante un viaje por Togo.