Desde el 2011, Egipto ha vivido un periodo de crisis políticas. En septiembre de 2005, se cuestionó el poder de Hosni Moubarak (ya en su quinto mandato), así como sus enmiendas en materia de seguridad, su proceso limitado de democratización y sus revueltas sociales. Esta situación se hizo más pronunciada cuando se propuso al hijo de Moubarak, Gamal, como candidato a la sucesión. Al pueblo no le gustó esa candidatura, que provocó la división entre Moubarak y la sociedad egipcia.
Viajar al Egipto de Al-Sisi
En mayo de 2014, el mariscal egipcio Abdel Fattah Al-Sisi fue elegido como presidente de la República mediante sufragio universal, donde recibió un 96 % de los votos. Los egipcios ven a Al-Sisi como un hombre carismático que aportará estabilidad al país. No obstante, la nueva situación política no ha tenido muchas repercusiones en el día a día de los viajeros. Sin embargo, no hay que subestimar el contexto nacional egipcio ni las amenazas terroristas, especialmente al norte del Sinaí (Rafah), por lo que se deben respetar las recomendaciones de seguridad que dan las autoridades, que han llevado a cabo operaciones contra células terroristas.
La importancia del turismo en Egipto
Las autoridades egipcias se preocupan de garantizar la seguridad de los viajeros que visitan Egipto. El turismo representa una actividad fundamental en Egipto: se corresponde con casi el 7 % del PIB, es decir, 7 500 millones de euros en el 2010 y da empleo a uno de cada ocho egipcios. No se ha dirigido ninguna manifestación de la «Primavera egipcia» contra los turistas. Por desgracia, el 16 de enero de 2014 hubo un atentado contra turistas: el único ataque terrorista contra ciudadanos extranjeros desde febrero de 2009.
Apesar de que cuando los Hermanos Musulmanes estaban en el poder, sus representantes le aseguraron a los observadores occidentales que las condiciones de acogida de visitantes extranjeros no iban a modificarse. Egipto siegue siendo un país de acogida y tiene lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, que atraen cada año a muchos turistas.
El desafío de un turismo sostenible
El flujo de millones de visitantes constituye un verdadero desafío para el medio ambiente en Egipto, especialmente en los emplazamientos arqueológicos. El deterioro de los relieves pintados preocupa a los arqueólogos. Las autoridades son ahora conscientes del peligro que esto supone y piden a los viajeros que respeten el esplendor del Egipto faraónico con las siguientes medidas: evitar escalar las ruinas, no llevarse a casa como recuerdo fragmentos de monumentos, no tocar las pinturas murales, etc. Por supuesto, la conservación de estos emplazamientos es responsabilidad de todos.
Desde hace muchos años, Egipto apuesta por una política más respetuosa con el medio ambiente. Esta política destaca en particular gracias a la protección de la fauna submarina en el mar Rojo y en el estrecho de Tirán, en la entrada del golfo de Aqaba: se han clasificado más de 1 000 especies de peces (tiburones, rayas, tortugas, delfines...).
Las autoridades también protegen los parques nacionales: existen unas veinte zonas protegidas, pero a menudo el significado concreto se esa categoría varía de un lugar a otro. Algunos lugares destacan por su respeto al medio ambiente, especialmente el mar Rojo: el parque nacional Ras Mohammed recibe muchos visitantes y, además, es famoso por sus iniciativas en defensa del medio ambiente (está prohibido construir hoteles, los turistas solo tienen acceso al 12 % del parque y se ha limitado el acceso al número de barcos de submarinismo).
