Me gustó mucho Yabelo, porque es un pueblo auténtico, pero sin duda se encuentra "alejado de las rutas convencionales", y la oferta hotelera es muy básica y limitada. No es imprescindible hacer una parada aquí, pero disfruté mucho de mi visita al pueblo de Borena.
Al igual que la reserva gemela, el Senkele Wildife Sanctuary, el santuario de Yabelo fue creado para proteger al búbalo de Swayne, una gacela endémica en la región y que está en vías de extinción. En diez años, su población ha pasado de 3.000 a 250 en Etiopía... Pero este parque de 2.500 km2 es mucho más grande que el de Senkele, y por otra parte es el refugio de otros animales salvajes. Se pueden ver cebras de Burchell, kudús, gacelas de Grant, dik dik y 200 especies de pájaros.
Los paisajes de la árida sabana son típicos en el África del este. Hay que pagar una entrada (100 birr) e ir acompañado obligatoriamente por un scout (120 birr al día) para entrar en este parque con su propio vehículo. Los trámites se realizan en Yabelo.