Konso (Etiopía)

Konso está declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, por su particularidad de ser el centro cultural de los konsos, que poseen unas tradiciones religiosas y culturales increíbles. Se pueden reconocer fácilmente a las mujeres de estas etnias en los bordes de las carreteras porque llevan faldas tableadas en telas de colores. Tienen la fama de ser buenos agricultores en esta fértil región. 

Es uno de los encuentros que más me impresionó en Etiopía, ya que los konsos utilizan wakas, grandes tótems de madera para realizar sus ritos funerarios, que portan el nombre de su dios del cielo pagano. Además, los pueblos están cerrados, casi fortificados, debido a que a lo largo de los años se han sucedido numerosos conflictos locales. En el centro se recibe a los visitantes en la pafta, una cabaña comunitaria. 

Los días de mercado, se puede ver a muchos konsos que venden sus productos, pero también a otros miembros de las tribus de la región, ya que la ciudad es un importante centro comercial en la zona. Lo mejor es hacerse con un guía local que te explique las tradiciones de los tsemais y boranas procedentes de Yabelo.