Un viaje por Madeira no es la excepción a la regla, no se puede venir hasta aquí sin pensar en enviar una postal a tu abuela, o dejar una propina en el restaurante.
El correo
No podrás escapar de ella, y por otra parte no hay ninguna razón para que este viaje por Madeira sea la excepción. Durante tu recorrido estarás obligado en un momento u otro de tomarte un poco de tiempo para enviar unas cuantas postales. Para dar envidia a los compañeros de la oficina que están obligados a llevar tus asuntos urgentes en tu puesto, mientras que tú te estás poniendo moreno en una playa de la isla, a tus amigos o tus padres para darles noticias y decirles que todo marcha bien, que hace bueno y que el agua está calentita (las cosas habituales), o a tu abuela para que ella se la muestre a sus amigas del club de bridge que su nieto es un trotamundos pero que siempre se acuerda de ella; en definitiva, no podrás escapar a la tradición. Así que no lo dejes para el último momento y tómate un rato para enviar tus postales. Generalmente una carta tarda 1 semana en llegar a España, y el precio del sello varía entre 0,57 y 0,68€.
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Las propinas en los restaurantes
Aquí en Madeira, la tradición de dar propinas no es tan corriente como en otros países como Inglaterra, Escocia o Austria, donde la práctica es casi obligatoria. En el caso de que estés contento con el servicio, siempre puedes dejar algo. Por ejemplo, al tomar un taxi es habitual redondear la tarifa por arriba y no esperar el cambio, sobre todo si se tratan de unos cuantos céntimos. En el restaurante o en el bar, la costumbre de dar propinas no es obligatoria, pero se pueden dar. En general, si estás satisfecho de verdad, como sucede con los taxis, es común redondear un poco por encima o dar una cantidad equivalente al 10 % de la cuenta.
