Bajo nivel de peligro
Si tienes dudas sobre un viaje a Omán, debes saber que el destino es el más seguro de toda la región del Golfo. Así que puedes dejar a un lado los prejuicios y estar tranquilo. Evidentemente, esto no quiere decir que no haya malas personas en Omán, pero en general, y si respetas las reglas de seguridad normales y corrientes, no te pasará nada.
Debido a tu condición de turista, es posible que seas el blanco de ladrones y carteristas sobre todo en el transporte público o en los sitios turísticos.
Los únicos que intentarán cobrarte precios más caros (=estafarte) serán unos pocos comerciantes o algunos taxistas. Pero este asunto se resuelve con negociación.
Los casos de agresiones y asaltos son raros. El único peligro real está en zonas a primera vista deshabitadas.
Un viaje al desierto puede acabar mal si no vas bien preparado, la zona fronteriza con el Yemen es realmente peligrosa y el riesgo de secuestro es alto. Por último, cualquier discusión de tema político podría meterte en problemas.
Minimizar el poco riesgo
El único consejo que te puedo dar para no tentar a los carteristas es simplemente no parecer demasiado un turista, no mostrar signos de riqueza y tener siempre tus pertenencias controladas.
No veas un intento de estafa en cada precio que te parezca elevado. Sonríe y empieza una negociación amable, pero firme.
Si sufres un asalto, no te resistas: mantén la calma y dales lo que te piden.
Antes de hacer una expedición en el desierto por tu cuenta, informa a las autoridades de dónde vas a estar. No vayas a la frontera con Yemen. El riesgo es muy real. Aunque Omán es por lo general muy seguro, consulta siempre la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores antes de tu viaje. Finalmente, no participes en ninguna manifestación política y no des tu opinión sobre este tema, incluso si te la piden.
