Si habías previsto desplazarte esencialmente a pie a lo largo de tu viaje a Omán, te darás cuenta rápidamente de que no es la mejor idea. Afortunadamente hay bastantes vehículos a motor diferentes para que puedas optar por el que más te convenga.
En la ciudad
Si eres de esos a los que les gusta descubrir una ciudad al ritmo lento de tus pasos, durante tu viaje a Omán te verás obligado a entrar en razón rápidamente. Por ejemplo, en la capital Mascate las distancias son tan largas y el sol pega tan fuerte que incluso los caminantes más resistentes no encontrarán ningún placer en ir a pie.
Entonces tendrás la opción de coger el autobús pero es absolutamente necesario que conozcas bien las ciudad porque es bastante difícil saber donde va cada vehículo.
Lo mismo ocurre para los microbuses o los taxis colectivos. Precisa bien tu destino y asegúrate que te entienden bien si no quieres encontrarte a algunos kilómetros de distancia del lugar al que querías ir.
Lo más facil y más práctico es coger un taxi. En ese caso también hay que hacerse entender bien porque pocos taxistas hablan inglés. Negocia también la tarifa antes del comienzo de la carrera pues los taxis no tienen taxímetro.
En dos ciudades
Frente a las inmensas distancias que te esperan en Omán, podrás coger el autobús pero sólo entre las grandes ciudades o hacia los grandes lugares turísticos. Fuera de eso, este modo de transporte no está muy desarrollado. Muchos habitantes tienen su propio coche.
Además, ese es el medio de transporte ideal para descubrir el país a tu ritmo. Podrás alquilar un vehículo que podrás conducir tú mismo o contar con los servicios de un chofer.
Si quieres perder el menor tiempo posible en la carretera, tendrás la posibilidad de tomar la vía aérea. Sin embargo, los enlaces interiores no son muy numerosos y desde la capital no podrás llegar a ciudades como Khasab o Salalah.
