Durante mi viaje por Isla Reunión, me encantó pasear por las pequeñas callejas y descubrir las famosas casas criollas de la aldea. Además, los jardines floridos, los colores y los aromas que nos ofrecen nos dan ganas de frenar el ritmo y de tomar el tiempo para visitar la comunidad de Entre Deux.
No lejos de la ciudad se encuentra un pequeño tesoro a descubrir: el "Domaine du Café Grillé". Esta pequeña reserva contiene en su interior las especies vegetales endémicas de la isla así como otras numerosas especies. Los guías explican con pasión los secretos de las plantas. Nos explican también el cultivo del famoso café Bourbon y, al final de la visita, se nos ofrece un pequeño concierto de maloya. Para terminar, ¡difícil resistirse a la tienda de recuerdos!
A mi modo de ver, el fabuloso tesoro de Entre Deux se llama el "Longanis". Este restaurante situado en la Rue du Commerce (Calle del Comercio) te permitirá descubrir la cocina de la isla y te resultará difícil no volver... Cabrito masala, Ti Jacques Boucané (plato típico criollo), gambas con salsa "carry": ¡una verdadera delicia! El restaurante te ofrece incluso comer estos platos en hojas de plátano y con las manos. ¡Uno se chupa los dedos!
Pequeña ciudad del sur de la isla, Entre deux es una comunidad que pone de relieve la cultura de Isla Reunión con sus casas criollas tradicionales. Está dominada por el Dimitile, que culmina a 1800 m y en donde hace mucho tiempo se refugiaron los esclavos. La cima alberga, además, una reconstrucción de un campamento de esclavos y, como ocurre a menudo durante tu estancia en La Reunión, ofrece una vista que deja sin aliento.
Cada año, durante el invierno austral, se celebra en Entre Deux la Fiesta de la Choca, planta espinosa que se utiliza en la artesanía local. Podemos asistir a su trenzado tradicional para confeccionar zapatillas, cestos y muchos otros objetos. Es la ocasión soñada para probar el corazón de choca cocinado al estilo antiguo. En efecto, bajo las espinas rígidas de esta planta se esconde una parte comestible. No te aconsejo que vayas a buscar este corazón tú mismo porque, con sus hojas en forma de lanza, la choca pica.