Es un paisaje lunar a veces cálido y otras glacial, que está esperando a todos los que atraviesen esta extensión rocosa. Sol, sol y más sol, Plaine des Sables es de una rara intensidad, un lugar imprescindible que descubrir en Reunión.
Me encanta el ambiente de este lugar alejado del mundo, en el que el único rastro de la civilización son las marcas blancas del suelo, único punto de referencia en la espesura de la niebla tan traicionera como frecuente. Si con buen tiempo nos quedamos pasamados por estos espacios áridos, la niebla nos aisla completamente.
Es por eso que aconsejo a los excursionistas que se aventuren en la Plaine des Sables, que se abriguen bien, y vayan equipados con una potente linterna, si bien el lugar vale la pena el esfuerzo.