Creo que ver un volcán que emerge en el horizonte es una experiencia imborrable. He visto el Piton de la Fournaise en numerosas ocasiones. Así que cada vez que cruzo el pueblo de Bourg Murat y tomo la intersección en la que dice "Ruta del Volcán", me da un cierto escalorfrío en la nuca.
A partir de este pueblo, hay entre treinta y cuarenta minutos de carretera. Durante el trayecto, me detuve en el bosque de coníferas para tomar un poco de aire y hacer fotos: cuando el tiempo está claro se puede ver el Piton des Neiges alzado en el cielo azul. Recuerdo que el suelo que pisaba era muy reciente, geológicamente hablando. Después continúo por la carretera, cortando las curvas por las tierras agrícolas que todavía están salpicadas por aquí por allá de tamarindos de las alturas.
A continuación me detengo en el cráter Commerson. Acampamos en el mirador y bien agarrados a la valla, me acerco con un poco de miedo... Todavía faltan algunas curvas y allí está la Plaine des Sables extendiéndose delante de mí. Un paisaje surrealista con tonos rojizos, no puedo imaginar hacer un recorrido por Reunión sin ver "eso". Ya en la distancia, reconozco el famoso cono: aunque hoy por primera vez, voy a intentar el ascenso del Piton.
Tras llegar al Pas de Bellecombe, me tomo un café en el bar antes de emprender la caminata. Desciendo los escalones hasta el recinto, cruzando hasta el inicio de la subida... Esta caminata parece bastante difícil por el terreno, irregular y rocoso. A pesar de ello, una vez llegado a lo alto, me siento muy orgulloso de mí mismo. Después de muchas visitas desde el Pas de Bellebombe, en esta ocasión, lo estoy contemplando desde lo alto del cráter. Sin embargo, no me importaría hacer una parada para comer en la panadería de Bourg Murat antes de volver.