Me gustó este lugar pues tenía la impresión de estar en otra época. Fue en otoño y todas las mujeres estaban hilando lana delante de sus casas. Săpânța es una ciudad rural, tranquila, sólo el ruido de los caballo que tiran de las carretas rompe el silencio... Encantadoras casas rústicas de madera forman parte de este bello decorado. Los habitantes son sonrientes y se integran maravillosamente en este dulce paisaje.
Numerosas casas de huéspedes te acogerán en este pueblo situado en pleno corazón de la región de Maramureș. Allí encontre personas acogedoras y los bares fueron para mí, un lugar de intercambio intercultural. Errar por las calles, tomas los caminos en los campos de alrededor, todo eso sólo te aportará serenidad y tranquilidad.
Sin duda alguna, la atracción turística de este pueblo es el alegre cementerio de Săpânța . Llenos de flores y de verde, este colorido cementerio es sorprendente. Cada tumba ha sido imaginada y personalizada gracias al escultor Ian Stan Patras que ha convertido este cementerio en una auténtica obra de arte. Es un lugar para pasear y encontrar a los difuntos pues cada historia de vida ha sido dibujada sobre las tumbas, todas pintadas de un azul resplandeciente.