Hace falta querer venir a Mako, para visitarlo durante tu viaje por Senegal. ¡Más de 8 horas de viaje hasta Tambacounda y después otras 3 horas de viaje hasta Mako! Sin embargo, una vez que llegas a Mako te sientes bien, como fuera del tiempo y del mundo.
Me he parado en Mako de camino a Kédougou y me decidí quedarme una noche, después dos y al final tres. Estaba tan bien durmiendo en un campamento a orillas del río Gambia que no quería irme. Me quedé subyugada por la asombrosa naturaleza (verde y exuberante), las colinas del país Bassari que se ven a lo lejos, los monos aulladores y las aves multicolores en los árboles.
Al amanecer, me lavaba con las mujeres en el río y el sábado por la mañana fui al pequeño mercado del pueblo de Mako, donde se pueden ver diferentes familias procedentes de las diferentes etnias de la región. Apasionante.