Erice es una magnífica ciudad medieval que te hará disfrutar de una parada de otro tiempo. A 750 metros sobre el nivel del mar, la ciudad ofrece unas vistas estupendas de toda la costa noroeste de Sicilia. Síntesis perfecta entre arte, historia y naturaleza, Erice conserva practicamente intacto su centro medieval. Tres puertas y los muros del recinto delimitan todavía la forma triangular de la ciudad.
Erice es una parada alejada de los sitios turísticos más comunes, ya que está un poco a las afueras del centro. Durante todo el año, sus calles y callejuelas se mantienen apacibles.
La ciudad también es conocida por sus deliciosos dulces. Te recomiendo que pruebes las galletas típicas. Turrón, almendras, pistachos, ricotta... Déjate seducir por las tradiciones culinarias de Erice.
Visitamos Erice durante nuestro viaje por Sicilia. Es un bonito pueblo medieval ubicado en el monte Erice, a 750m. de altitud, que como la mayor parte de las ciudades sicilianas, ha pasado de manos de un invasor a otro.
Recorrimos a pie las calles del pueblo. En todas partes hay carteles que te permiten identificar y conocer los lugares a visitar. Erice cuenta con una cantidad impresionante de iglesias. Fuimos hasta el castillo de Venus, llamado así porque fue construido por los normandos, en el lugar donde se encontraba un templo dedicado a Venus. El lugar está a la sombra, y los alrededores están acondicionados con bancos para descansar y disfrutar de las vistas.
Al hacer el tour por el exterior, pudimos ver las islas Egadas, y desde el otro lado, el golfo de Castellammare, desde donde se descubre con la mirada un panorama diferente.
Después de dos horas, nos entraron ganas de comer, así que nos dirigimos a probar las especialidades locales en uno de los muchos restaurantes.